Desde los primeros días de residencia, el tutor es protagonista en la planificación y seguimiento del proceso de aprendizaje del residente. En la primera entrevista estructurada explica al residente cómo va a ser el programa formativo, adaptándolo a cada situación. Posteriormente supervisa de forma continuada el cumplimiento de objetivos y ayuda en las dificultades que pueda tener
“La relación tutor-residente va mucho más allá de hacer papeles. Eres modelo, guía, apoyo. No solamente formación, estás cuando necesitan un consejo, motivación.
Los residentes y los tutores ven en el tutor ideal las cualidades de empatía, cercanía, modelado, responsabilidad, escucha activa, disponibilidad y organización.